China vuelve a restringir todavía más las inversiones extranjeras y esta vez afecta directamente al deporte. En concreto, ha decretado una nueva normativa, por la que la millonaria inversión que suponía derivar futbolistas extranjeros hacia el gigante asiático, queda en entredicho y se vuelve mucho menos atractiva.
Máximo 3 millones de sueldo
Uno de los nuevos límites que más llama la atención es haber impuesto un máximo salarial a los jugadores extranjeros.
Es decir que, si un equipo chino ficha a un jugador extranjero, como sucedía en la probabilidad ya menos certera de Gareth Bale, el salario no podría superar los 3 millones de euros.
Supone un verdadero revés para la inversión en los clubes de este país, dado que china se presentaba como una opción lógica para la mayoría de grandes estrellas, que querían terminar con una alta rentabilidad su trayectoria en activo y no podían hacerlo en Europa.
Límites también para los clubes
Además de interferir en las posibles inversiones extranjeras, la nueva normativa afecta también a los clubes y a sus posibilidades de desarrollo.
Por ejemplo, otra norma que ha sido destacable es la relativa al salario de los jugadores nacionales. No podrá exceder en ningún momento 1,3 millones de euros.
También queda limitada la holgura económica de los clubes en sus propias inversiones. Tendrán un techo máximo de 141 millones de euros.
Esta norma, sin embargo, está mejor recibida, dado que permite una mayor igualdad entre los equipos. Otras competiciones como la Fórmula 1 y similares, plantean normas parecidas con el fin de que la competitividad entre los rivales sea equiparable.
Sin embargo, aquí entra un detalle clave y es que la masa salarial de todo el conjunto de jugadores no podrá superar el 60% de su máximo en operaciones comerciales. En otras palabras, se restringen sueldos y se limita la capacidad de desarrollo de los clubes.
A nivel nacional supone un revés para clubes que tenían una amplia proyección de crecimiento. Pero a nivel internacional, también limita en exceso las posibilidades que China ofrece a sus clubes, para equipararse con otros que están en la élite.