Hay una forma diferente de hacer literatura que mantiene su “corral” de lectores a pesar de los pesares. En un momento en que los ordenadores, tabletas y móviles son capaces de ofrecer experiencias audiovisuales emocionantes, siguen manteniéndose en nuestras estanterías los clásicos que nos han hecho pasar tardes entretenidas y meternos en la piel de personajes de toda índole. Algunos de ellos tan populares como el Capitán Trueno y la pareja más desternillante de detectives del panorama nacional, los incombustibles Mortadelo y Filemón. Ninguno de estos personajes necesita ni presentación ni justificación para que una empresa como Signo Editores haya decidido crear una edición de lujo para coleccionistas, que más de uno estamos deseando tener en la biblioteca de nuestra casa, procurando de algún modo inmortalizar para los restos y hacer un homenaje a nuestros personajes de cómic favoritos.
La idea llevada a cabo por Signo Editores nació hace unos años. En una delicada situación del mercado editorial y ante el hachazo incesante de los medios digitales que podan poco a poco restan lectores a los cómics. Esta empresa española hizo una apuesta arriesgada, crear una edición de coleccionista de dos de los tebeos más importantes del siglo XX. Pero no una edición cualquiera. Quizás de El Capitán Trueno, no tanto, pero de Mortadelo y Filemón se han hecho ediciones de todos los colores y tamaños, reproduciendo una y otra vez las incansables aventuras nacidas de la imaginación del maestro Francisco Ibáñez. En Signo Editores querían algo diferente. Algo que verdaderamente nos atrajera a los amantes del cómic como un imán pasado sobre virutas de metal.
La apuesta de Signo Editores
La empresa tenía los personajes, ahora solo hacía falta aportarles el valor añadido que hiciera de la colección de lujo una ocasión única de tener a los héroes de papel como nunca lo habíamos visto.
Para volver a darle vida a la obra dibujada por Ambrós, desde Signo Editores decidieron primero ordenar las aventuras de El Capitán Trueno cronológicamente. Después se quedaron con las 200 primeras publicaciones. Aquellos primitivos facsímiles que hacían las delicias de críos y mayores. A estas sumaron las sesenta historietas más populares y mejor valoradas por los lectores del héroe español. Las digitalizaron, cuidaron hasta el más mínimo detalle de la impresión y las guardaron en una caja digna de las mejores bibliotecas de cómic del mundo.
El proceso para darle de nuevo vida a las más locas aventuras de Mortadelo y Filemón fue similar, pero contando con dos grandes del cómic en España: su autor y padre de los dos cincuentones detectives, el genial Ibáñez; completando el dúo el historiador Antoni Guiral. Cuya trayectoria es reconocida y le aporta la solvencia para saber de lo que habla. Pero no habla, sino que comenta. Las ediciones creadas por Signo Editores cuentan con comentarios de Antoni distribuidos a lo largo de la obra, que también se divide en diez tomos, haciendo un repaso cronológico por las mejores portadas, las historietas más famosas y la recopilación de los mejores tebeos de Mortadelo y Filemón, junto con toda la trupe de la TIA.
Lo cierto es que la edición creada por Signo Editores ha dejado el nivel muy alto. Por supuesto, a cada uno de nosotros nos habría gustado incluir nuestra historia favorita, pero entonces, al final, la colección de lujo tendría que incluir toda la prolífica obra de Francisco. Por ahora nos podemos conformar con el “cofre”, como llamó Ibáñez a la caja cuando se la hicieron llegar y la abrió por primera vez, mostrando su satisfacción por el trabajo y la labor desarrollada por TAU Diseño, la agencia que se ha ocupado de la maquetación de esta edición de coleccionista que esperamos no sea la última.