Como todos los años por estas fechas, una vez más se han celebrado los Oscar. Esta 91ª edición ha tenido lugar en el Dolby Theatre de Los Ángeles.
Dos películas se disputaban las principales estatuillas en esta edición, la sorprendente Roma de Alfonso Cuarón y la más humilde Green Book de Peter Farrelly.
El film de Cuarón no recibe el máximo reconocimiento
Cuarón lo tenía todo de cara. Cuando consiguió el Oscar a Mejor Película de Habla Extranjera, todas las puertas se le habrían para conseguir la máxima estatuilla.
Sufrió un revés importante. El Oscar al Mejor Guión Original fue para Green Book y la situación se apretaba llegando a los premios más competidos.
Mahershala Ali forzaba la situación con su reconocimiento al Mejor Actor Secundario en el film de Farrelly.
Pero llegó uno de los pesos pesados, el Oscar a Mejor Dirección y aquí sí que Cuarón obtuvo todo el aplauso de los asistentes. Ha sido el director del año y, en muchas ocasiones, eso significa también que su película es la más reconocida.
Pero no fue así. El mexicano tuvo que ver cómo Green Book ganaba el Oscar a la Mejor Película, la gran vencedora de la noche en la madrugada del domingo 25 de febrero.
Bohemian Rapsody y Black Panther consiguen sus objetivos
Era difícil que Bohemian Rapsody consiguiera un reconocimiento mayor al obtenido. Por tanto, se puede decir que alcanzó con creces sus objetivos.
Oscar al Mejor Actor con Rami Malek, junto a los premios al mejor montaje, al mejor montaje de sonido y a la mejor mezcla de sonido. Bohemian Rapsody es un idilio auditivo y eso era algo previsible.
Sin embargo, la mejor banda sonora fue para Black Panther, que consigue además los premios de mejor diseño de producción y mejores efectos especiales. Teniendo en cuenta que se trata de un film de superhéroes, el éxito se confirma para esta película de Marvel.
Otra película de superhéroes, aunque en distribución de Sony Pictures, es Spider-Man: un nuevo universo, que ha sido considerada la mejor película animada de la gala de este año.