Según los analistas, la posibilidad de que el Brexit tenga un resultado de SÍ, está ahora mismo entre el 30% y el 40% de probabilidades. Este Brexit es un referéndum que se celebrará en Reino Unido el próximo 23 de junio y en el que se debate un tema crucial como es la permanencia del país en la Unión Europea.
Las últimas declaraciones del alcalde de Londres, Boris Johnson, considerando que apoyaría al Brexit y que sería una ocasión perfecta para recuperar el control no sólo de la economía nacional, sino obviamente de la divisa que actualmente no está en su mejor momento.
Sin embargo, las palabras de Johnson y la fuerza que está cobrando una respuesta afirmativa a una decisión que afectaría a todo el mundo, está provocando en los inversores una huída lo antes posible que, si bien en fechas de diciembre era tímida y afectaba en lo mínimo al valor de la libra, en la actualidad está provocando un descenso acusado del 3,5% ante el dólar y del 2% frente al euro.
Aunque hay pronósticos concretos de lo que podría suceder si Reino Unido sale de la Unión Europea, en estos momentos se está notando también un interés creciente de muchos inversores que, ante la incertidumbre, prefieren contar con una plataforma de broker online o bien entrar en programas de partners donde es más fácil asegurar el rendimiento de la inversión que someterlo al destino todavía incierto de lo que decidan los británicos en unos meses.
Una depreciación del 20%
Como es lógico, un gran número de analistas se ha sumado al vaticinio de lo que podría suceder si la libra no está vinculada directamente a las decisiones económicas del Banco Central Europeo (BCE). Uno de ellos ha sido el analista de divisas de HSBC (The Hong Kong and Shanghai Banking Corporation), Dominic Bunning, quien ha considerado que el Brexit concluyente con la salida de la libra conllevaría un descenso del valor de la divisa de entre un 15% y un 20%, que supondría un fuerte revés para la economía británica a la hora de encarar el final de año, al menos al principio de conocerse la decisión. Posteriormente se tendría que suceder el proceso de desvinculación y la libra tendría que luchar por volver a recuperar, por sí sola, la confianza de los inversores.