Para el ciudadano de a pie la Prima de riesgo era objeto de diversión cuando los noticieros comenzaron a alertar de su incremento. La diferencia con el bono alemán a 10 años comenzó su escala de ascenso tras la debacle de Lehman Brothers en agosto de 2008, siendo una de las principales bazas de la crisis y un grave problema. Para algunos economistas expertos la Prima de riesgo fue el lastre que propició el hundimiento de Zapatero. Cuando el gobierno socialista dejó el poder en manos del gabinete de Rajoy las cifras superan los 500 puntos, llegando con el PP a superar los 650 puntos básicos. Los puntos básicos hacen referencia a centésimas de porcentajes. Así los temidos 650 puntos básicos se traducen en un 6,5% de interés. La Prima de riesgo es la diferencia entre el bono alemán y los países de la Unión. El bono alemán también fluctúa. Su nivel suele situarse entre 100 y 150 puntos básicos, que se han de sumar a los puntos de cada Prima de riesgo. Esta disyuntiva supuso hace unos meses que el Tesoro público pusiera en el mercado bonos con un interés de más del 8%, siendo un varapalo para la economía del futuro, pues supone tener que dedicar ingentes cantidades de dinero a pagar los intereses de los inversores que han prestado el dinero al Estado.
Hace unos meses la Prima se estabilizó y comenzó un suave descenso acompañada de otro país de referencia y preocupación: Italia. Portugal, con ayudas de la Unión europea, y Grecia, situaron sus respectivas Primas de riesgo por encima de los 1350 puntos. Creando una situación insostenible que llevó a la Unión a prestar el dinero necesario para mantener los servicios públicos. En España, según los expertos economistas, la Prima de riesgo debería estar en torno a 150 puntos básicos, dada las características de la economía. Desde los valores máximos, y gracias a la aplicación de austeras políticas económicas, la Prima de riesgo ha ido disminuyendo. La percepción del peligro de cobrar o no la deuda se ha ido disipando, dando lugar a que recientemente la Prima de riesgo de España se ha situado por debajo de los valores que se consideran normales. A mediados de agosto de 2014, seis años después del comienzo de la crisis, la Prima ha descendido más allá de los 145 puntos básicos.