Economía

El Fondo PHI hace una oferta de compra a Lladró

Lladró vende la empresa

La firma valenciana Lladró ha informado de que ha recibido una oferta de compra por parte del fondo inversor PHI (anteriormente conocido como Arques Iberia). Al principio la empresa con sede en Tabernes Blanques había confirmado esta acción sin definir quién estaba detrás de la oferta, pero ahora ya se conoce la identidad de los interesados.

Este fondo inversor tiene sede en Madrid y se está especializando los últimos años en adquirir empresas medianas o grandes de estilo familiar que no estén pasando su mejor momento, exactamente la tipología en la que encaja Lladró.

La empresa está sufriendo una crisis intergeneracional por el desacuerdo de los actuales dueños de la compañía, que se reparten proporcionalmente Lladró en balances de 70%, 15% y 15%.

Sin embargo, hay algo en lo que sí están de acuerdo, que la empresa está en crisis y que la venta de la misma es una salida válida siempre que se mantenga la continuidad de sus padres fundadores.

Fondo PHI confirma esta voluntad y mantiene en su acuerdo el compromiso de que la fábrica de las figuras de porcelana siga estando en Valencia, así como que toda su plantilla siga trabajando igual que hasta el momento. En la actualidad, Lladró ha pasado de miles de trabajadores a 700 profesionales.

Los siguientes 5 años, Fondo PHI mantendría esta plantilla o puede que incluso la incrementase si las nuevas estrategias comerciales, que pasarían por una mejor adaptación a las generaciones actuales, tuviera éxito.

Una condición de este acuerdo consiste específicamente en la marcha de todos los fundadores actuales. De esta forma, la próxima reunión de todos ellos podría ser una de las últimas, pues sería en la Junta Directiva del próximo 5 de enero, en la que previsiblemente se aprobará la oferta de compra, por la que todavía no se conoce una cifra oficial, aunque parece que será suficientemente adecuada para los objetivos comerciales de la compañía.

No obstante, PHI deja claro que su inversión es siempre a largo plazo, por lo que los primeros cinco años de compromiso serían insuficientes para que Lladró vuelva a ser lo que era.