La capacidad de adaptación y cambio de la actividad turística desde la década de los 50 ha sido clave para explicar su éxito en todo el mundo, llegando incluso a convertirse en uno de los principales motores de la economía de muchos países. Desde la década de los 80, el turismo residencial se ha constituido como una de las alternativas más potentes del turismo industrial en lo que respecta al segmento de los paquetes de sol y playa. Un estilo de turismo que, en esos años, experimentó un espectacular crecimiento, sobre todo en la Europa mediterránea.
Por lo general, el conocimiento y la experiencia que tiene el comprador de la región de la ubicación en la que va a comprar su propiedad son muy amplios. Y es que, normalmente, cuando se decide adquirir una propiedad vacacional en lugar de alquilar un alojamiento turístico, quiere decir que ya ha valorado la zona y ha tomado una decisión.
Las grandes urbes y el agitado ritmo de vida que experimentan sus habitantes hace que muchas personas necesiten alejarse de ello, por lo que compran una residencia vacacional en lugares donde puedan disfrutar no solamente de una mayor calidad de vida, sino también ambiental.
Pero, ¿sabes exactamente qué es el turismo residencial? ¿Cuáles son sus características? ¿Por qué está creciendo tanto en España? Hoy, de la mano de Rubén Otero, experto en gestión y desarrollo inmobiliario, te lo explicamos con todo detalle.
¿Qué es el turismo residencial?
El turismo residencial es la actividad económica enfocada en la construcción, la urbanización y la venta de viviendas que conforman el sector extrahotelero, cuyos propietarios las usan para irse de vacaciones o para vivir fuera de su residencia habitual, ya sea de manera permanente o por temporadas, y que responden a nuevas fórmulas residenciales y de movilidad de las sociedades modernas. Un alto porcentaje de estas residencias son usadas de manera estacional, normalmente durante la época de verano, y el resto del año se encuentran desocupadas.
Generalmente, el turismo residencial se encuentra dividido en dos tipos de clientes, el residencialista y el vacacional. El residencialista es el que pasa en la vivienda más de seis meses, mientras que el vacacional es que solamente pasa en ella sus periodos de vacaciones.
Una de las características principales que poseen los municipios donde se da este tipo de turismo es un marcado desarrollo urbano, pero carente de población permanente, lo que hace que en temporada alta multipliquen considerablemente su población con respecto a la temporada baja.
¿Por qué está creciendo el turismo residencial en España?
El turismo residencial lleva mucho tiempo siendo uno de los principales motores de la economía española, generando una impresionante riqueza y miles de puestos de trabajo. Por lo general, los compradores son personas que pasan buena parte del año vivienda en nuestro país y que consumen en el comercio local.
A lo largo del año 2022, la cantidad de compradores extranjeros que adquirieron una segunda residencia en España fue en aumento, especialmente por parte de los compradores extranjeros. Los destinos preferidos son los que se distribuyen a lo largo de la costa mediterránea y los archipiélagos balear y canario, que en los últimos años han permanecido entre los destinos turístico-residenciales más importantes de todo el continente europeo.
Pero también destacan zonas como la Costa del Sol, que ha conseguido atraer a multitud de inversores gracias a la mejora de su oferta cultural y de ocio, al urbanismo adaptado a las necesidades actuales y a la apuesta por un modelo de “ciudad inteligente”.
Además, hay que mencionar que en los últimos años se han diseñado numerosas viviendas pensadas para este tipo de turismo, lo que ha hecho que mejore mucho en los últimos años y que personas que antes venían una o dos veces al año ahora lo hagan más a menudo. Tal como apunta Rubén Otero, el turista residencial busca propiedades amplias con grandes terrazas y porches, y adaptada a los nuevos tiempos.
En su mayoría, son turistas que generan sus ingresos fuera de España, pero que gastan en ella. Para hacerse una idea de su importancia, solamente en la Costa del Sol, el turismo residencial genera unos 3.000 millones de euros, tres veces más de lo que genera el sector agropecuario. No obstante, hay que destacar que esta aportación no se queda únicamente en lo cuantitativo, sino que también reporta beneficios cualitativos, pues el turismo residencial rompe con la estacionalidad. Cuando en sus países hace buen tiempo, regresan a casa, que es cuando suelen llegar la mayor parte de los viajeros a España. Lo que sumado a su respeto por la sostenibilidad, su fidelidad y al gasto que realizan, lo convierte en un segmento ideal.