A principios de 2017 los principales productores de petróleo redujeron la producción con el fin de mejorar sus beneficios. Esto, obviamente, supuso el incremento de los precios hasta la actualidad, cuando el coste del barril Brent ha superado los 80 dólares.
Ante esta situación, el presidente de los Estados Unidos decidió actuar y lo hizo mediante la solicitud a los responsables de controlar los precios mediante el incremento de la producción. Ante las declaraciones de Donald Trump, al final tanto la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) como Rusia han confirmado que aumentará la producción, confirmando así que la presión del dirigente estadounidense ha tenido el efecto deseado.
Aunque no se ha establecido oficialmente las directrices de este incremento de la producción, los primeros efectos ya se han presentado. Tras la noticia de la motivación de la OPEP y Rusia, el precio del crudo se vio afectado, con una rebaja de hasta el 2%. Solo con ello el precio del barril Brent ya ha bajado hasta los 76,84 dólares.
La producción podría crecer un 1%
En base a la evolución del mercado como también a los intereses económicos que podrían mantenerse, la previsión de este aumento podría ser de un 1%, lo que implica 1 millón de barriles más todos los días.
No obstante, si los objetivos de producción lo permiten, es posible que esta producción sea algo inferior al final.
El incremento de la producción se hará por parte de aquellos países que presentan capacidad sobrante, lo que presenta a la OPEP y Rusia como los principales responsables en esta operación.
La vinculación entre OPEP y Rusia se mantendrá
El anuncio de este aumento de producción fue durante la celebración de un foro económico que tuvo lugar en San Petersburgo el pasado 24 de mayo. En él se reunieron Khalid al Falih, ministro de Energía de Arabia Saudí y Aleander Novak, ministro de Energía de Rusia.
En principio ambos países volverán a reunirse el 22 de junio y podrían anunciar una decisión definitiva entonces.