Toni Kroos comparecía estos días ante la prensa para confirmar que ha renovado contrato con el Real Madrid, hasta por dos años más de los que inicialmente había pactado con su negociación inicial.
El alemán, de 26 años, lleva meses (si no años) siendo un valor “de riesgo” ante una posible marcha a otros equipos europeos. Quizás por esa razón Florentino Pérez ha querido cerrar su fichaje lo antes posible, incluso con una ampliación de contrato como esta.
Así, Kroos permanecerá en el Real Madrid hasta el año 2022 por lo menos (aunque el jugador asegura que su deseo es permanecer en el equipo hasta su retirada). El montante negociado es asombroso, dado que llega a los 20 millones de euros por temporada, lo que además le convierte en el jugador de fútbol alemán mejor pagado del mundo. Sólo Müller y Neuer se acercan a estos importes, pese a que los dos cobran 15 millones de euros cada uno.
Entre su paso por el Bayern de Múnich y por el Real Madrid, el joven alemán ha ganado prácticamente todo lo habido y por haber en términos futbolísticos, desde la Copa del Mundial del Brasil hasta los campeonatos nacionales de sus respectivos equipos, por no mencionar sus triunfos europeos: Bundesliga, Champions, Supercopa, Copa de Alemania, etc.
El principal aporte de Kroos es la de organizador del juego, de mantener el ritmo de la pelota en movimiento en cada estrategia planteada por el entrenador. Su talante le permite congeniar con todo el equipo, convirtiéndose fácilmente en organizador en cuanto está en el terreno de juego junto al resto de compañeros.
Por si fuera poco, este carácter conciliador lo traslada también a sus acciones individuales, hasta el punto de no haber sido expulsado nunca en ningún momento de su carrera.
Sus inicios fueron en verano de 2014. El alemán jugó todo el partido de la Supercopa y el Real Madrid ganó 2-0. Se trata de un comienzo extraordinario para el que se ha convertido en uno de los pilares que sostienen la delicada plantilla del Real Madrid.