El 12 de septiembre se celebró la cita anual más esperada entre los fans de Apple, la presentación de los nuevos modelos de telefonía móvil que la compañía va a comercializar durante los próximos 12 meses.
Este año, sin embargo, era más importante que los anteriores, porque se celebraba el décimo aniversario de la presentación del primer iPhone. Además, Apple había conseguido remontar en parte sus ventas, pero seguía siendo la tercera compañía del mundo por detrás de Samsung y Huawei.
Los nuevos iPhone de Apple
Para abordar este reto de sorprender y convencer a los usuarios, Apple ha lanzado hasta 3 modelos diferentes, con los que poder enfocar las ventas a todo tipo de compradores.
El primero de ellos es el iPhone X, claro homenaje al décimo aniversario, que cuenta con las mayores innovaciones. Pantalla Retina OLED, tecnología fotográfica de máximo nivel, seguridad de reconocimiento facial, diseño innovador y carga inalámbrica.
Pero tiene una desventaja importante, que es el precio. Obviamente Apple conseguirá la máxima rentabilidad con este modelo de teléfono móvil, pero tendrá que garantizar que la equivalencia del alto coste es coherente con las prestaciones que ofrece el dispositivo.
En el plano inferior no hay un iPhone 9, sino un iPhone 8 Plus, que también es un desarrollo superior a modelos precedentes.
Sus ventajas con respecto a los “modelos de la competencia” son su tamaño más grande de 5,5”, su doble cámara trasera de 12 MP, mayor batería con similitud al iPhone 7 Plus y, obviamente, mayores dimensiones y pesos.
El modelo precedente y el más básico de la presentación es el iPhone 8. Pese a contar con unas prestaciones algo más básicas, su precio se reduce en cientos de euros por lo que se convierte en uno de los modelos más atractivos del mercado.
Se trata de un smartphone de cuidado diseño, pequeña pantalla de 4,7” Retina HD y una más que sorprendente cámara de 12 MP con funcionalidades extra bastante imponentes.
En todos los casos, Apple ofrece su garantía de calidad, ahora bien, se enfrenta a un entorno competitivo de bajos precios con altas prestaciones, por lo que los nuevos modelos deberán demostrar que sus innovaciones valen la pena el precio que exigen.