El cambio de hora ha sido motivo de debate los últimos días, entre quienes consideran que su modificación temporal puede ser útil social y económicamente, frente a las posturas que opinan todo lo contrario y prefieren que se mantenga los 12 meses el mismo horario.
La Comisión Europea, tras una encuesta entre ciudadanos europeos de distintos países, ha reconocido que el problema requiere una solución lo antes posible. Por ese motivo ha instado a los países miembros que tomen una decisión, para poder adoptarla en el próximo mes de abril de 2019. Por tanto, España y el resto de países tienen 7 meses y medio para adoptar una postura, que no tiene por qué ser común.
Cambio de hora con sentido común
Uno de los problemas más importantes de la decisión adoptada sobre el cambio de hora es la solicitud del sentido común que se exige entre todos los países. Cada uno tomará esta decisión en base a distintos criterios, ya sea mediante analistas económicos o con profesionales que puedan ofrecer un asesoramiento.
Sin embargo, cada país podrá tomar una decisión distinta, por lo que no tendrían todos el mismo horario si no hay coherencia entre ellos. Esto puede dar lugar a muchas situaciones, cuyos problemas no son del todo previsibles.
Una de las situaciones más temidas es la diferencia entre Francia con España. Si el país escoge el horario de invierno, mientras que los otros países escogen el de verano, la diferencia horaria sería de una hora, nada más cruzar las fronteras, con las posibles inconveniencias sociales y económicas que puede provocar.
Pero el mayor temor de todos es el de Portugal, que ya se lleva una hora de diferencia con España. Escoger un horario diferente implicaría una diferencia horaria de 2 horas entre los dos países, lo que conllevaría graves problemas de logística para cualquier relación comercial internacional.
En otro orden de cosas, se teme los efectos a largo plazo a nivel nacional. En España el amanecer y el anochecer varía demasiado entre Galicia y la zona sureste de la península, algo que con el cambio horario se subsana durante algunos meses, pero de forma estable todo el año puede motivar que en la provincia gallega amanezca demasiado tarde o anochezca muy pronto en las ciudades mediterráneas, afectando con ello a factores como el turismo, la industria o servicios en general.