El pasado viernes 6 de abril se cumplió el plazo para que las operadoras interesadas presentaran su oferta para obtener los derechos de emisión de la Champions League, una de las competiciones internacionales de fútbol más importante del mundo.
Solo se presentaron a esta oferta dos compañía, Telefónica y Orange, que además ofrecieron unos precios bastante por debajo de lo que pide su actual propietaria, MediaPro a través de BeIN Sports.
Una competición de 1.100 millones de euros
El hecho de que el precio del fútbol en materia de licencias de emisión ha ido incrementándose es algo que llevan criticando las operadoras desde hace ya tiempo. Sin embargo este último caso supera todos los récords anteriores.
MediaPro se gastó unos 1.100 millones de euros en la adquisición de los derechos de Champions para las próximas temporadas, algo así como 336 millones de euros por cada una de ellas, un incremento del 30% con respecto a la anterior negociación.
Lo que tienen claro tanto Orange como Telefónica es que no van a presentar una oferta que dé rentabilidad a una subida de precio que debe afrontar un encarecimiento del 30%. Por tanto, las ofertas presentadas han sido a la baja y es la hora de sentarse a realizar nuevas negociaciones, ya sea por un precio más económico o con la inclusión de otros servicios aparte de Champions.
Vodafone y el resto se quedan fuera
El fútbol europeo al más alto nivel no se verá en Vodafone, ni tampoco en otra operadora nacional. Vodafone ya había presentado públicamente su rechazo a tener que pagar cifras desorbitadas por retransmitir el fútbol, ya fuera nacional o europeo. Por lo que finalmente ha cumplido su advertencia y no ha presentado ninguna oferta.
Igual que el resto de operadoras que no se han presentado dentro del plazo fijado, esta decisión es muy importante, porque a partir de ahora tampoco tendrán derecho a sentarse a negociar sobre ningún precio diferente.
Por tanto, solo Telefónica y Orange tienen la posibilidad de conseguir la licencia de emisión, algo que les sitúa en una excelente posición a la hora de presionar a los actuales dueños a ofrecer mejoras en el acuerdo, si quieren que los espectadores vean la Champions desde alguno de sus servicios de telecomunicaciones.