Eurostat, la agencia estadística de la Unión Europea (UE) ha identificado el nivel correspondiente al Índice de Precios al Consumo (IPC) en la Eurozona, con un incremento de la inflación hasta el 1,1%.
Este valor supone un importante avance en los objetivos europeos, porque se equipara a datos que no se obtenían desde el mes de septiembre de 2013 y, aunque lejos aún, se acerca más al propuesto 2% que se plantea por el Banco Central Europeo (BCE).
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El impulso del petróleo
Se adivinan motivos por los que la inflación está creciendo. Uno de los más importantes 4es el repunte del petróleo. Tras varios años sin poder frenar el descenso de los precios del crudo, los países representantes en la OPEP consiguieron llegar a un acuerdo de limitación en la producción que, finalmente, se ha traducido en el esperado aumento de los precios.
En tan sólo un mes desde que se adoptó la decisión de limitar la producción de barriles Brent, el repunte ha sido de un 2,5%, lo que ha afectado directamente al IPC global.
La política económica de Donald Trump
El actual presidente electo de Estados Unidos, el republicano Donald Trump, también tiene su parte de responsabilidad en la ecuación compleja que supone la inflación. Su política de apoyo a la economía estadounidense, es claramente motivadora de una inflación creciente que ya ha advertido la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed).
De hecho, aunque se ha producido una reciente subida de los tipos de interés, se ha confirmado que, de mantener la actual política económica planteada, se producirán nuevas subidas antes de lo previsto durante el año 2017.
La inflación en Estados Unidos y en América Latina parece confirmada, era sólo cuestión de tiempo que llegase de forma efectiva a Europa.
El riesgo de la inflación
Aunque en la actualidad la inflación supone una medida de impulso a toda la economía mundial en general, es un valor que debe vigilarse de cerca, dado que un aumento considerable de los precios podría hacer caer el consumo, afectar a las exportaciones, hacer inconcebible la amortización de deuda… y un sinfín de consecuencias económicas que ningún país querría sufrir.