El pasado 17 de octubre entró en vigor en Canadá la nueva ley que permite la comercialización legal de la marihuana. Apenas una semana después, las tiendas autorizadas para su venta informan de que se les están agotando las existencias.
El abastecimiento se ha convertido en un verdadero problema para la comercialización creciente de esta planta, en varias localizaciones de Canadá, lo que hace descartar que se trate de un problema puntual de logística. La razón más lógica es que la demanda supera en exceso a la oferta de marihuana existente.
Posibles motivos de la escasez de marihuana
Uno de los motivos por los que la marihuana podría estar escaseando es que la demanda no sigue el mismo ritmo que el ciclo de cultivo.
Como sucede con otras plantas o incluso alimentos, sobre todo fruta, se requiere de un periodo de tiempo de cultivo, maduración y recogida para que el producto esté disponible no solo con calidad, sino también mínimamente apto para su consumo.
La ley que aprobaba la legalización de la marihuana en Canadá se aprobó en apenas año y medio. Esto no ha dado tiempo suficiente a las empresas para desarrollar un sistema de cultivo acorde a esta creciente demanda y, según informan los responsables de la Sociedad de Alcoholes y Lotería, la situación podría extenderse durante al menos seis meses más.
¿Afectará al precio de la marihuana?
La situación parece más o menos estable, a la vista de las decisiones que se toman desde el gobierno canadiense. En primer lugar se ha afirmado que se confía en la capacidad de estas empresas para devolver un ritmo de abastecimiento óptimo, gracias a la considerable inyección de capital que han obtenido para poder abordar esta línea de negocio.
Por otro lado, también están recibiendo constantemente peticiones nuevas que autoricen más cultivos de marihuana en el país, lo que podría equilibrar de una forma más rápida la actual demanda existente.
Además, esta situación se une a la solicitud también en alza de los ciudadanos canadienses que solicitan su entrega como producto medicinal, algo que afecta al 10% de los consumidores canadienses.